Desde hace algún tiempo aparecían en mis piezas algunos objetos habitando por sí mismos el espacio; de manera más consciente inicié una exploración sobre los objetos personales que acompañaban mis viajes y de cómo sus imágenes se relacionaban con el retrato y sus disposiciones en los diversos espacios que habitaban me llevaban a recordar los  bodegones, así dio origen esta búsqueda que me llevo a constituir las piezas aquí presentadas.

El retrato como el bodegón, han sido dos permanentes dentro del desarrollo pictórico universal, ahora con un enfoque distinto, pero conservando virtudes de ambos géneros dentro de la pintura, surge como parte de mi exploración personal, dentro del ámbito de la pintura,  esta serie de piezas (polípticos) que contienen pequeños retratos de objetos personales,  que se acercan a los universos individuales en general, pero que de manera particular, retratan un único universo: el del propietario, que impone en ellos su presencia, esencia y circunstancia, es decir, retratos de objetos que tienen una carga individual, que crea lazos de empatía con cada universo individual.

Los pequeños formatos por los cuales están formados cada uno de los polípticos, permiten cambiar de imagen rápidamente y/o visto a distancia apreciar el conjunto,  recreando de esta manera, nuestra actualidad como devoradores visuales de superficies en constante cambio; al mismo tiempo, que conservan sus nexos con la pintura  y los géneros de retrato y bodegón, bien conocidos  y relacionados con la misma.

 

AHMIDA GOMEZ O.

2011